La Disciplina en cambio, en nuestro caso particular, en nuestra Revolución, parte por reconocer a todos el derecho inalienable como condicionante humano de igualdad; y con esto, aceptar que cuando no somos capaces de hacer algo en beneficio del colectivo, el colectivo puede designar a otra persona para que él tome la función de guía y ayude a organizarlo. La verdadera Disciplina Revolucionaria no es pretender callar a nuestros semejantes amparándonos en títulos que representan relaciones de poder o en cargos que ostentamos gracias al pueblo, y que el pueblo nos ha dado para que lo representemos, no para que nos creamos más que él o en la mayoría de los casos dueños de él.
El llamado a la Disciplina que nos hace constantemente el compañero Presidente Chávez, no es el que dice que debemos callar y dejarnos pisotear por quienes hemos elegido para que nos guíen en el proceso Revolucionario, no, ese no es, el llamado Disciplinario que hace el compañero Presidente, es a estudiar para poder entender todas las vicisitudes que se nos presentan en el camino hacia el Socialismo, y a estudiar en todos los sentidos, en la teoría y en la practica, en la praxis misma de nuestra cotidianidad. Los partidos no tienen más dueño que el pueblo, porque el pueblo es quien los construye; y si en estos tiempos de Revolución, el pueblo se esta organizando en células para estudiar y formarse provocando que esto traiga temor a uno que otro representante del mismo en el seno del partido, bueno; vamos a enfrentarlo; vamos a demostrarles que el pueblo ha recibido el mensaje del Comandante y ha decidido tomar la iniciativa de hacer del partido, el guía de la Revolución y de los lideres que van a estar en él los conductores de este hermoso proceso, y que el cuarto de hora de quienes ven el partido como un instrumento electoral, esta llegando a su fin y no tenemos que pedirles permiso para construir nuestra patria nueva, nuestra patria grande de la mano del compañero Presidente Chávez, y junto al espíritu Rebelde y Disciplinado de Bolívar.
La Disciplina en nuestro proceso es hacer lo mejor para el pueblo, reconocer que todos somos iguales, estudiar para cultivarnos y entender que la Revolución es colectiva y reside intransferiblemente en la organización de nuestras bases.