Resumen
El
presente artículo se enmarca en la visibilización de las relaciones de trabajo
a la luz de los avances que en materia del proceso social del trabajo se han
alcanzado en Venezuela, permite considerar que ellas, no son autónomas en el
desarrollo de la sociedad, sino por el contrario dependen del sistema económico
y político que predomina en el tiempo en que se configuran, en este marco se
referencia el concepto de multipartismo como uno de los avances más
importantes que se han logrado con la nueva lógica que rige la materia desde la
llegada de la Revolución Bolivariana, pues con él, se ha hecho visible la necesidad de que los
trabajadores se formen en todo el proceso productivo incluso en el de la
gerencia de las entidades de trabajo, para hacerlos actores de peso a la hora
de la toma de las decisiones de carácter administrativo que contribuyen al
fortalecimiento del sistema económico nacional a partir del modelo de
producción que se configura en el país. El gran reto corresponde entonces, a la
clase trabajadora que debe organizarse al ritmo de los acontecimientos que
enfrenta la República, para lograr la independencia definitiva, y la
construcción del modelo Socialista como base para el desarrollo económico del
Estado.
A
propósito del 1ero de Mayo: Venezuela
El sistema de gobierno más perfecto
es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad
social y mayor suma de estabilidad política.
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Simón Bolívar[1]
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Cada año cuando el 1ero de mayo se acerca, se hace presente la imperiosa necesidad de saber qué anuncios en materia laboral se harán por parte del ejecutivo nacional a través del encuentro entre el Presidente de la República y los trabajadores del País, y es que desde la irrupción en el escenario político venezolano, de la Revolución Bolivariana, ésta jornada ha consolidado en el imaginario popular de los diversos colectivos la idea del encuentro para el fortalecimiento de las diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de la clase trabajadora y productiva de la República. Fortalecimiento que implica la reconfiguración de las relaciones en el marco de la nueva institucionalidad que se ha venido dando forma en la concreción de las políticas del Gobierno Bolivariano y que han tenido repercusiones en diversos sectores de la sociedad.
Actualmente
Venezuela es el foco de diversos señalamientos de carácter político, pero sobre
todo en materia económica a nivel internacional, lugar donde el imperio de la
comunicación a jugado un papel importante y ha tejido una red de desinformación
que afecta subjetiva y objetivamente las relaciones internas del país,
generando condiciones para el detrimento de la capacidad de compra de bienes y
servicios de consumo por parte de los ciudadanos, lo cual afecta de manera directa el modo de relación que se sostiene entre los
trabajadores, el Gobierno y el empresariado nacional, la llamada Guerra
Económica, es un constructo que se materializa en la realidad concreta del día
a día del Pueblo trabajador venezolano cuando se ve desprovisto de los insumos
necesarios para el reimpulso de la producción nacional y la consolidación de
nuevas formas de relacionamiento entre trabajo y capital, tensión que está en
el centro de los problemas que se presentan en el campo de lo necesario para
fortalecer el proceso social del trabajo.
Es
indiscutible que las relaciones de trabajo se encuentran ligadas directamente
al desarrollo político y económico del país, los avances en materia laboral que
se han alcanzado en los últimos años permiten dar certeza de lo expuesto
anteriormente, pues se debe considerar que el unilateralismo que rigió la
institucionalización de las relaciones laborales durante la segunda mitad del
siglo XX en Venezuela, hoy en día sirve solo como referente para comprender el transito
histórico por el que ha pasado el pueblo trabajador para llegar al
multipartismo, concepto que agrega nuevos elementos a la relaciones entre trabajadores,
Gobierno y empresariado[2],
iniciado en las transformaciones políticas del año 1999, en las que se visibiliza
a algunos actores del proceso social del trabajo que no existían para el
tripartismo y por ende, engrosaban el sector de exclusión en que grandes
sectores de la sociedad quedaban por fuera del ámbito de acción en que las
políticas en materia laboral regían.
Y
es que la propuesta del Gobierno Bolivariano, de dar un vuelco a la
institucionalidad y comprender desde una lógica distinta a la del sistema
neoliberal que rigió la orientaciones del Estado venezolano hasta finales del
año 1998, lo que es el proceso social del trabajo y con ello los sistemas
productivos de la República, hacen necesario impulsar todos los años políticas
que “apuntan a cerrar brechas de desigualdad, no solo en la promoción de la
participación, sino en la distribución de la riqueza”. (Lucena[3]
2009:17) y así generar un nuevo marco donde la capacidad de inclusión de
diversos sectores sea efectiva para el apalancamiento de un modelo económico
sustentable y sostenible que permita romper con “el patrón nacido en la
industria petrolera que fomentó una tajante separación entre la acción
reivindicativa y la gestión de negocios”. (Lucena 2009:22).
En
la realidad venezolana, cuando se habla del 1ero de mayo, a diferencia de otros
lugares del globo terráqueo en que aún se habla de la lucha por la reducción de
jornada laboral, o por el incremento de sueldo base[4],
solo por nombrar dos reivindicaciones que actualmente son fundamentales para el
movimiento obrero mundial, se habla en realidad de la importancia de la participación de los
trabajadores en la gestión de la empresas que configuran el nuevo modelo
económico del país. Ciertamente no se deja de lado el debate al respecto de las
relaciones sindicales y empresariales, ni de la imperiosa necesidad de la administración del trabajo y la justicia
laboral, pero “lo nuevo realmente es el contexto y el empoderamiento de los
trabajadores, que da lugar a reacciones muy diferentes a las ocurridas en
periodos de crisis económicas” (Lucena 2009:12) considerando que uno de los
grandes retos a los que se enfrenta la Revolución Bolivariana, es a constituir
una base económica nacional que la vincule fuertemente con la economía
internacional, y ello pasa necesariamente por la organización de los trabajadores
de todos los sectores y con ello el cierre de
la brecha que ha sido creada en torno a la relación asimétrica del
capital respecto del trabajo, lógica que impera en los sistemas de corte
capitalista que predominan en la economía mundial.
Venezuela
avanza a pasos agigantados en materia de Seguridad Social con un sistema
fortalecido de pensiones, con la consolidación de instituciones necesarias para
la protección y garantía de los derechos derivados de la relación surgida en el
marco del proceso social del trabajo entre empleador y empleados, con políticas
concretas dirigidas a la protección integral de la familia como es el caso de
la inamovilidad laboral, y de las condiciones para hacer de este proceso
social, un proceso de trabajo decente que en palabras de Juan Somavia[5] se
refiere a la abolición del trabajo forzado, del problema del trabajo infantil,
de asegurar la existencia y la no discriminación para el ingreso a un empleo,
el funcionamiento efectivo de la libertad de asociación y de negociación de las
condiciones colectivas de trabajo. Pero aún en lo que se refiere a la
configuración de las luchas que adelanta el pueblo trabajador, queda un largo
camino que construir, la voluntad política del Gobierno en la trasformación del
Estado es visible, el reto como trabajadores está en la recuperación de
espacios participativos que permitan identificar los elementos que dan forma a
la organización del trabajo productivo y así a la gestión de negocios que
procure que las decisiones en el marco del proceso social del trabajo se tomen
en consideración a la visión que tiene el colectivo trabajador del sistema de
producción requerido.
El
título V de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras,
trae al debate quizá una de las bases fundamentales para la transformación del
modelo económico del país, la formación colectiva, integral, continua y
permanente para hacer de los espacios de trabajo verdaderas entidades en que “la
enajenación de los trabajadores con la organización del trabajo y del producto
donde intervienen como productores. (Lucena 2009:21) sea superada logrando
hacer del trabajador, quien administre y pueda disponer de los factores de la
producción para alcanzar las metas propuestas por la organización productiva
que dirige y así, contribuir con el modelo económico en construcción que debe
hacer frente a la Guerra Económica que amenaza constantemente con hacer
retroceder los logros alcanzados a la fecha en cuanto a garantías económicas,
políticas y sociales del Pueblo y el Gobierno Bolivariano.
Es
así pues, que cuando el 1ero de mayo se acerca, la lucha de Chicago liderada
por Socialistas, Anarquistas y Comunistas; en Venezuela se fortalece mediante el encuentro entre el Presidente Obrero y el
Pueblo Trabajador que ve en el fortalecimiento de las acciones de cogestión de
las entidades de trabajo, el aumento de la actividad productiva y con ello la
consolidación de la Revolución Bolivariana, en un día, que no es solo un día, “es
un siglo porque este es el siglo de la Revolución, del Socialismo, y por tanto;
de la Clase Obrera como esencia del proyecto Socialista”[6]
Msc. Luis Fernando Claros Posada
Articulo Publicado en la Revista ENTORNO. (13) Revista de la Vicepresidencia de la Republica Bolivariana de Venezuela. Mayo de 2018
[1] Extracto del discurso al congreso
Constituyente de Angostura, el 15 de febrero de 1819.
[2] Proceso conocido
como tripartismo, el cual considera legislación en el área laboral pero con
limitadas practicas institucionales y limitado control desde las bases.
[3] Lucena H 2009. Lo
laboral en tiempos de transición. Talleres cosmográfica. Caracas, Venezuela.
[4] Ambos casos han
sido sistemáticamente discutidos, y actualmente se tienen records en aumento de
salario en comparación con otros países de América latina, así como jornadas
laborales en constante reducción.
[5] Director General
de la OIT entre 1999-2012.
[6] Fragmento del
Discurso del Comandante Hugo Chávez: en referencia a la Celebración del día del
Trabajador. Teatro Teresa Carreño
30/04/2010.
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