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Sobre las Guerras Modernas

Lo que se ha hecho no se puede deshacer, pero se puede evitar que ocurra de nuevo. Ana Frank

El proyecto Integrador: Sustento de los Programas Nacionales de Formación Universitaria

“educar es todo lo contrario a “hacer pensar”, y mucho más aun, es la negación de todas las posibilidades transformadoras del individuo vueltas hacia el ambiente natural y social en el cual le tocara vivir”. (Paulo Freire; 1965)

El acto comunitario de-construir conocimiento en el Proyecto Integrador

El hecho educativo responde a un proceso complejo de resignificación de las realidades que los seres humanos construyen diariamente con base a las relaciones que entablan entre sí y con otros para dar sentido a lo que conocemos como sociedad.

Recurso para el Aprendizaje: Animación en Plastilina

Luis Fernando Claros Posada, ha venido desarrollando este tipo de actividades en distintas barriadas de San Cristóbal, logrando producir junto a un grupo de 15 jóvenes entre mujeres y hombres, siete cortometrajes, que serán reestrenados junto a esta nueva producción Comunitaria en los próximos meses.

Vincular para teorizar, Teorizar para transformar la Realidad: CIVS Construcción de un proceso histórico

“Lo Único Permanente Es Que Vivimos En Un Mundo De Cambios” Heráclito de Éfeso

viernes, 23 de junio de 2017

El jardín (Día uno, un poco más tarde)

Eran las Doce del medio día cuando Carmen Vera, cerro la hoja Excel en que tenía el cuadro de seguimiento del plan operativo trimestral de la oficina en que trabajaba para el Gobierno regional, y se decidió a ir en busca de  su hijo menor que estudiaba en el jardín infantil frente a la CANTV de pueblo nuevo, desde las nueve de la mañana los funcionarios de otras dependencias que habían pasado por su escritorio para comparar las metas y los porcentajes de ejecución que se habían reportado con sus respectivos medios de verificación y unidades de medida a el cierre de trimestre, no habían hecho otra cosa que hablar de los trancones que se estaban dando en la parte alta de la ciudad, en protesta por la situación del país,  las posturas  del presidente y la conmemoración del 4F.

Doce años como trabajadora de la misma institución, le daban a Carmen, cierta compostura a la hora de escuchar los comentarios, pues había vivido ambos modelos de gobierno y desde su mirada imparcial, ninguno de los dos le habían beneficiado de manera tangible, pero si se habían mejorado las familias de los directivos que habían pasado por ahí, sin distingo de partido político. Es más, ella había visto actores de ambos bandos, sentados en la misma oficina del despacho de presidencia, haciendo negocios con las mismas empresas en distintos casos de licitaciones,  en ese lugar había estado trabajando desde los dieciocho años de edad, cuando entró al servicio público, y  le había servido para conocer el ambiguo modelo político que desarrollaban los tachirenses cuando asumen el gobierno.

No le sorprendieron los comentarios agudos de quienes ella de antemano, sabía eran oposición al gobierno revolucionario, y tampoco los que hicieron los adeptos al proceso, que entraban y salían del despacho presidencial como si tuvieran la solución a lo que ella desconocía pasaba en la parte alta de la ciudad, pero que no querían que nadie supiera.

“Carmen, tu esposo ya recogió el niño?” Dijo Zulay, una compañera de oficina cuando vio que ella estaba apagando el computador y organizando los soportes del plan operativo que tenia sobre el escritorio.  “Ya viste lo que están tuiteando, la cosa esta fea para arriba” agregó en un tono que por un momento  hizo que Carmen pensara detenidamente en el camino que debía tomar para llegar hasta el jardín donde estudiaba su hijo.

Tomó su teléfono celular y marcó al número de su esposo, con la firme intensión de preguntarle que había escuchado de la situación que se presentaba por la avenida principal de pueblo nuevo y la avenida España, camino ineludible para ir por el niño. El teléfono del otro lado de la línea no fue contestado, y como solía hacerlo cuando él no contestaba, no marco de nuevo, le dejo la llamada perdida, porque cuando la viera le respondiera de inmediato.

Tomó su bolso en la mano derecha y las llaves del auto en su mano izquierda, miro a Zulay y levantando la ceja y sonriendo se despidió deseándole un buen provecho para el almuerzo. El estacionamiento de la oficina ya estaba vacío, y los que caminaban por los pasillos daban la sensación de estar viviendo un tipo de angustia que solo ellos entendían.  Recordaría Carmen las escenas previas a los eventos electorales que había vivido hasta la fecha y como los adeptos de cada bando interpretaban la situación del modo más dramático que pudieran vivirla. “Definitivamente, somos un país de novelas, Delia fiallo se quedo pendeja con nosotros” pensó mientras sonreía, y se subía al Ford fiesta modelo 2006 que compro de agencia con un crédito del banco Venezuela.

Los comentarios hechos por sus compañeros de trabajo, tomaron fuerza en su pensamiento una vez que vio colapsada la avenida 19 de abril al salir del trabajo, generalmente, a medio día la afluencia de tránsito es bastante, pero ahora estaba totalmente trancada, un semáforo que no servía y seis policías nacionales intentando aprender a guiar el tránsito, no colaboraban mucho con el cumplimiento de su objetivo, recoger el niño antes de la una de la tarde.

Volvió a marcar el número de teléfono de su esposo, y en esta ocasión si recibió respuesta, “Estoy en el CLET mi amor, reunido, busca el niño por fa”  fue lo que escucho al otro lado de la línea, y luego el sonido de llamada cortada, “Yo también, estoy trabajando” pensó, sin embargo día vuelta en la esquina del viaducto y tomó dirección hacia el terminal de san Cristóbal, buscando así dar la vuelta por la avenida rotaria para llegar directo hasta la CANTV. La historia de la 19 se replicaba justo en el cruce a la altura de la gasolinera antes del terminal, un semáforo apagado, y todos los vehículos deseando pasar primero que el anterior, habían causado el arrollamiento de un motociclista y un aproximado de 20 motos se encontraban en torno al taxi que al parecer lo había golpeado.

Miró su reloj puesto en la muñeca derecha, y se percató de que eran las 12:45 pm, quince minutos para la salida de los niños, almorzar y llevarlo donde su mamá le parecieron muy pocos, pero ni siquiera retroceso podía dar, pues ya tenía una cola de vehículos atrás de ella, técnicamente empujándola para que pasara por el único espacio que había quedado como para que el tránsito fluyera durante la coalición.

A la una de la tarde pudo sortear la vía, y aceleró el auto para reducir el tiempo de espera de su hijo en el jardín, logro avanzar hasta el Tamá, esquina en que dudo cruzar a la derecha y decidió avanzar para subir directo por  la pizzería el punto. No pensó que una cuadra luego de Cotatur, la cola era infernal.


Tránsito lento, pero avanzaba justo hacia la subida de pueblo nuevo, su curiosidad le hizo fijarse por la ventanilla de conductor hacia abajo de la vía, justo al llegar a la esquina de la pizzería, pudiendo ver que en esa dirección no había tráfico, era ya la una y treinta de la tarde, cuando su teléfono celular sonó, con una llamada de la profesora del jardín, lo que hizo que Carmen Vera, acelerara de nuevo su vehículo y tomara rumbo al jardín infantil frente a CANTV, a recoger su hijo.

Luis Fernando Claros Posada

miércoles, 21 de junio de 2017

El parcial (Día uno, mas tarde)

A las ocho y cuarenta de la mañana, el pie derecho de María Rosales,   envuelto en una linda sandalia de tiritas y unas perfectas uñas pedicuradas se posa sobre la primera escalinata de la camioneta de transporte publico 21 de mayo, que se dirige a la Universidad Nacional Experimental de las fuerzas Armadas (UNEFA), ubicada en la parte alta de la ciudad de san Cristóbal.

Estudiante de último año de la licenciatura en administración mención gestión municipal, dos días a la semana inicia clase a las diez cuarenta y cinco de la mañana, martes y jueves, suele dormir un poco más tarde y darse el lujo de llegar a golpe de siete y media de la mañana, al centro de san Cristóbal, procedente de san Josecito, alla en el municipio Torbes, para tomar la camioneta.

Este es uno de esos días, sin embargo, no llego a las siete y media y tampoco abordo la unidad a las ocho am, la redoma de la ULA, se veía complicada cuando paso en la camioneta por ahí una hora antes, entre el reggaetón y el sueño de los pasajeros, María, no diviso bien lo que pasaba, pero el terminal estaba congestionado, y el semáforo en la prolongación de la quinta avenida hacia el viaducto viejo, no funcionaba, quizá eso  retraso el servicio público hasta la parada de la 21 de mayo.
“La hora que es, y hoy el viejo chavista ese va a hacer parcial” -Se dijo así misma, mientras con los ojos buscaba asiento disponible y con su mano derecha le pasaba el dinero del pasaje al conductor, un leve roce en la palma de su mano, que se extendió hasta la punta de sus dedos mientras le recibían el dinero, la hizo que volteara a ver el chofer y perdiera por un momento de vista el puesto que buscaba. Clavó una fría mirada en los ojos del conductor y luego se dirigió por el pasillo de la camioneta buscando el cuarto puesto junto a la ventana, a mano derecha para ir apreciando el paisaje mientras llegaba a la UNEFA.

La vibración en su cartera, le hizo sentir la necesidad de verificar el mensaje que le había llegado a su celular, pero aún no todos estaban arriba de la camioneta y generalmente suelen ser focos de robo justo a esa hora, pues todo el mundo anda como apurado y un poco desprevenido. No lo revisa y decide esperar a que la camioneta inicie la marcha para verificar que todos los pasajeros estén ocupados en sus que haceres y no haya alguno interesado en su teléfono.
“Sólo se mojaron/Y en la orilla están/Secándose al sol/Pronto sonarán. Tengo un gran dolor/En el costillar/Se afloja el tambor/Y es por la humedad”. “Buenos días señores, disfruten la música que el viaje hoy es largo” – Grito riendo el conductor, mientras la camioneta pasaba el cruce de la esquina a tomar la séptima avenida.

El sonido de la música, la lectura del mensaje y el olor de la colonia del muchacho que venía sentado a su lado, no le permitió percatarse que la ruta habitual por la séptima avenida se veía interrumpida justo después de pasar por la plaza bolívar, y el autobús se desvío antes de llegar a la biblioteca pública.
María volvió a mirar por la ventana justo cuando la camioneta estaba tomando ruta por la Carabobo, ahí se percató que por primer vez en todos los años que ha venido tomando la misma ruta,  se había demorado una hora en llegar a ese punto, “Y éste cree que tengo todo el día para llegar al parcial” pensó para sí misma, mientras notaba que el tránsito hacia la avenida España se veía colapsado por un trancón de carros que no se lograba divisar donde terminaba. “Ni que hubiera llovido hoy” Dijo en un tono de susurro que causo que el joven que venía sentado a su lado,  la mirara y coqueteara con ella a través de una leve sonrisa.

Quedo impactada con el brillo de los ojos del joven y su sonrisa, a tal punto que retomando la dinámica de mensajes de texto, escribió: “ lo único bueno de la demora de hoy, es el chico tan lindo que traigo al lado, huele mmmm…” dicho mensaje obtuvo respuesta inmediata de parte de su receptor y causo una risa contagiosa en María, que hizo que su acompañante la mirara de nuevo y le preguntara que hora tenia.

9:40, respondió entre tímida y entusiasmada, iniciando así la conversación con un extraño que deseaba no lo fuera tanto. El conductor, cambio en reiteradas ocasiones la ruta para poder avanzar entre los trancones de carros que se fueron acumulando por la ciudad, sorteando en varias esquinas grupos de jóvenes que alentaban a intentos de obstrucción de las vías públicas, ninguno con efecto mas allá de crear un clima de retraso en el tiempo de llegada a destino.
La conversación con el nuevo amigo, logro menguar el estrés de la espera para llegar a la UNEFA, sin embargo, una vez que pudo subir la camioneta por la calle del Centro Clínico, pasado el semáforo y a pocos metros de la clínica san Sebastián, el chofer, informó que hasta ahí, llegaba la ruta. “No hay paso señores, los estudiantes, están trancando la calle, a patica los que quieran seguir, yo me devuelvo”.

“Voy para el Baratta, si quieres te acompaño a la UNEFA” escucho María, de voz de su acompañante de camioneta, y accedió sin mayor complicación, cuando su pie piso la acera de la calle, nuevamente sonó su teléfono celular, no prestó atención a este mensaje, y decidió caminar rumbo a la universidad, más gente de bajada que de subida y el sol ya comenzaba a posarse en su punto máximo en el cielo.

Caminó junto a su acompañante un poco más rápido, y su teléfono celular sonó cuatro veces más anunciándole  de mensajes que le llegaban, pero no fue sino hasta llegar a la panadería de la esquina diagonal a las residencias San Cristóbal, cuando sus ojos se posaron hacia la avenida España, y pudo divisar una cantidad de hombres que bloqueaban la calle impidiendo el tránsito vehicular, basura en llamas, y un hombre recostado a la pared de la carnicería con un coala en la cintura.


En ese instante saco su teléfono celular, eran las once y quince de la mañana, cinco mensajes y en todos se repetía: “Amiga, no vengas, no hay clase, están cerrando las calles, nos despacharon”, levantó de nuevo su mirada hacia la avenida España, y pudo escuchar cuando su acompañante le dijo: “Es mejor que se vaya, somos estudiantes”, y caminó delante de ella, con un pasamontañas en su mano derecha, que se fue alzando a la vez que su figura se disipó entre el humo de la basura quemada, y el ruido incesante producido por las bocinas de los carros que pedían espacio para retornar.

Luis Fernando Claros Posada

martes, 20 de junio de 2017

Café Amargo (Día uno, más temprano)

- 171, Emergencias Táchira, buenos días, habla usted con Judith Palermo, cuál es su emergencia?
- Buenos Días, Judith, habla usted con Humberto Escalona, le estoy llamando desde el departamento H, de las residencias San Cristóbal, en este momento estoy viendo por mi ventana, dos individuos, uno porta un arma de fuego en el coala que lleva atado a la cintura, y el otro lo secunda, están revolcando la basura de enfrente y hablando por un teléfono celular.

Eran las seis de la mañana, cuando Humberto Escalona, Habitante de las residencias san Cristóbal, hace el llamado al 171, está observando la av. principal de pueblo de nuevo desde su departamento ubicado en el cuarto piso de las residencias san Cristóbal, como suele hacerlo todas las mañanas antes de irse a trabajar, mientras toma un café.

La parte alta dela ciudad está despertando a un nuevo día, la circulación vehicular se ve normal desde el departamento de Escalona,  pero el hecho de divisar a un hombre armado junto a otro que está revolcando la basura del callejón ubicado al frente de las residencias, produce un escozor de inquietud en este hombre.

-        -  Espere en línea, ya lo  comunico con politachira, para que canalicen su denuncia.

-      -    Politachira, buenos días, indíqueme su emergencia.

-          - Buenos Días oficial, habla usted con Humberto Escalona, le estoy llamando desde el departamento H, de las residencias San Cristobal, en este momento estoy viendo por mi ventana, dos individuos, uno porta un arma de fuego en el coala que lleva atado a la cintura, y el otro lo secunda, están revolcando la basura de enfrente y hablando por un teléfono celular.

-          -Puede decirme como están vestidos, y la dirección exacta del lugar.

-       -  Residencias san Cristóbal, esta es la avenida principal de pueblo nuevo, con avenida España, en la intercepción que da a la clínica san Sebastián, el individuo que porta el arma de fuego, viste un jean azul, una chemise vinotinto, unas zapatillas blancas, una gorra del caracas, y un coala de donde saco el arma, en este momento la tiene en la mano, el otro está revolcando la basura, zapatillas negras, un mono negro, una franela azul y una gorra blanca.

-         - Por favor un numero de contacto señor escalona.

-         - 0412-5489XX

-         - Vamos a enviar una unidad para verificar su emergencia señor Escalona.

Escalona, hombre de contextura robusta, y alto, siente un calosfrió que le recorre todo el cuerpo al momento de colgar la llamada que acaba de hacerle al 171, por su cabeza cruzan todas las escenas de asalto y homicidio que ha leído durante los últimos días en las reseñas de los diarios regionales, y que ha visto en la televisión que han sucedido a nivel nacional.

Antes de retirarse de la ventana decidió mirar un poco más con detenimiento los movimientos de los dos individuos que se encuentran en la calle. Acercó una silla del comedor y se instaló cual espectador que está atento a los sucesos que se avecinan, mientras termina el café de la mañana.
Pantalón de vestir negro, zapatos lustrados la noche anterior y una franela blanca que sirve para que la transpiración no manche la camisa zara de manga que usara bajo el saco y la corbata para ir a la oficina, es lo único que lo cubre de las acciones de los sujetos que se encuentran justo en frente de su departamento cruzando la calle.

Un aire frio recorre el cuerpo de Escalona, mientras saborea las ultimas gotas de café que empapan su labios cuando faltan ya diez minutos para las siete de la mañana, y aún no decide si levantarse y terminar de vestirse para ir a trabajar o continuar esperando que llegue la unidad de politachira a detener a los sujetos que acaba de denunciar.

La última vez que había visto un arma de fuego, fue en la avenida nueva granada con avenida victoria en la ciudad de caracas, cuando el vehículo en que se movilizaba fue interceptado por dos sujetos a bordo de una motocicleta, y apuntándole por la ventanilla del piloto lo hicieron detenerse y entregarles la camioneta, no sin antes romperle la cabeza con la cacha del arma, y hacerle tirarse al piso bajo la amenaza de quitarle la vida si los seguía mirando.

Sus ojos se posaron desde la ventana de su departamento sobre el rostro del hombre que portaba el arma, como intentando grabarse sus facciones para cuando los funcionarios de politachira llegaran, él poder servir como testigo en el acto de reconocimiento del individuo, quizá esa sería la forma de poder vengarse de quienes le quitaron el auto dos años atrás en Caracas. Esta vez, sí los miraría al rostro sin temor de que ellos lo pudieran identificar, pues era imposible que pudieran huir de la justicia.

Tras varios minutos de observarlos como cazador a su presa, decidió levantarse de la silla, e ir en busca de la camisa y la corbata, “Ya debe estar por llegar la patrulla”-pensó, y se apuró cual Eliot Ness rumbo a un golpe certero por hacer cumplir la ley seca en el chicago de los 20s.
Escalona se había mudado a san Cristóbal, luego del aterrador suceso del robo del auto en la ciudad capital, porque la ciudad de la cordialidad, capital del estado andino, pocas veces sale reseñada en los periódicos nacionales como foco de violencia en comparación a otras que diariamente engrosan las paginas rojas de los medios impresos.
En los casi dos años que llevaba viviendo en la capital tachirense, el salir al trabajo a las siete y media de la mañana, y regresar al departamento luego de las seis de la tarde, se había hecho rutina de lunes a viernes, los fines de semana en compañía de uno que otro amigo y quizá viendo películas en el departamento, le habían dado un toque de  plenitud que no permitiría fuese perturbada por dos antisociales cuyo objeto desconocía pero, estaba seguro, pronto con ayuda de politachira iban a controlar.

Pasaron exactamente treinta minutos desde la última vez que Escalona miro por la ventana, cuando regreso de traer su camisa puesta y el nudo de la corbata a medio hacer, ya la calle era otra, no eran dos sujetos, eran cuatro, el del coala estaba recostado junto a la pared de la carnicería hablando por un teléfono celular, el que había revolcado la basura intentaba hacer una antorcha improvisada con un palo, algunos trapos y un pote de aceite, otros dos habían entrado en escena, y estaban corriendo las bolsas de basura que se encontraban en el pasaje de enfrente, como intentando con ello, obstaculizar el paso vehicular.

Eran ya casi las ocho de la mañana, Escalona no había recibido llamado del 171, o de politachira a los fines de ratificar la información que a las seis am, el mismo había dado vía telefónica cuando se disponía a iniciar su día para ir a trabajar.


“No hay unidad de la policía, van a ser ya las ocho, ahora son cuatro tipos, y el paso se está trancando, algo raro está pasando.” Pensó Escalona, mientras un aire helado recorrió sus manos anudando la corbata y sus ojos mirando por la ventana hacia la calle que tendría que enfrentar cuando saliera en el auto rumbo a la oficina. Sintió, exactamente lo mismo, que la tarde en que le quitaron la camioneta  en Caracas y se sentó un rato a respirar.

Luis Fernando Claros Posada

domingo, 11 de junio de 2017

La manguera (Día uno)

04:30 de la mañana, el calor inclemente y un extraño a olor cuarto encerrado, a pesar de que la puerta principal estaba abierta y las ventanas corridas para que entrara la brisa de la noche, despertaron a Federico justo quince minutos antes de que sonara la alarma. Abrir los ojos significo dar inicio a la jornada que le esperaba como día mas de vida.
Cinco minutos mas y un vistazo de reojo al lado izquierdo de su cama como pidiéndoselos al reloj despertador, le dieron el tiempo exacto para estirarse  y reconocer que todos los músculos de su cuerpo estaban prestos para levantarse y llevarlo a la ducha que diariamente lo recibía con agua caliente para consentirlo treinta minutos y prepararlo para enfrentar el mundo.
La alarma sonó recordándole lo relativo del tiempo cuando se disfruta lo que se hace, su mano izquierda la apaga casi al instante mostrándole el poder sobre ella pero, recordándole que los minutos seguirían transcurriendo aun cuando ya no sonara mas el chirrido antipático del reloj digital, que no recordaba donde ni cuando lo había adquirido.
El golpe de su mano, sirvió para hacer soporte y levantarse de un brinco de la cama, siempre por el lado izquierdo para evitar una hernia umbilical, temor que lo acompañaba desde la primera vez que fue a la clase de educación física cuando tenía seis años y el profesor les mostro el ombligo de Ramiro, un compañero de aula que estaría exento de exámenes y siempre bien calificado hasta que sus papas los hicieran operar. Al igual que otros niños,  Federico envidio la condición, hasta que al mes, durante un partido de futbol se estrangulo la hernia de Ramiro y este se desplomo sobre el césped vomitando, orinando y dando del cuerpo producto del intenso dolor producido.  Después de eso, siempre Federico decidió levantarse por el lado izquierdo temeroso de la hernia de Ramiro.
El  frio del piso le entro por los pies combatiendo el calor de la habitación y aumentándole las ganas de orinar, inmediatamente, se dirigió al baño, como de costumbre se sentó en la poseta y descanso de sus necesidades fisiológicas, con la mano derecha corrió la cortina de la ducha y mirando la regadera, suspiro, como sabiendo de los beneficios del agua fría para el cuerpo en la mañana. Se levanto, entro a la ducha, y abrió la regadera, el primer chorro de agua cayo frio sobre el piso y luego de dos minutos de esperar que calentara, se dio cuenta que la cuchilla de energía tenía el contacto sulfatado y el alambre de cobre roto. No tendría agua caliente para la mañana.
La ducha fue veloz, agua sobre la cabeza que le recorrió el cuerpo entero, logrando borrar cualquier huella de calor acumulado durante la noche, champú sobre el pelo, jabón por el rostro, el cuello, el torno, la pelvis, los muslos, los pies, y las nalgas, el cepillo para restregarse la espalda, y nuevamente agua para enjuagar, el pote de acondicionador vacio, y la toalla en la habitación.
05:30 am, sonó la segunda alarma, salir de la ducha y caminar por el pasillo hasta el cuarto, sirvió para que toda la brisa fresca que no tuvo durante el sueño, lo envolviera enfriándole hasta el pelo de las pestañas,  casi seco llego hasta la cama, donde busco la toalla envuelta entre las sabanas que lo habían cobijado, se seco, tomo un pantalón del closet, una franela, bóxer y par de medias, para vestirse, diez minutos exactos pasaron entre el pasillo y estar vestido, se preparo para el desayuno.
Busco en las ollas de la cocina, el arroz del día anterior que serviría para el almuerzo y además para el desayuno, que no se hizo esperar con un huevo frito, y un vaso de jugo de naranja que había exprimido en la noche previniendo que se levantara tarde y poder comer rápido.  Se demoro mas sirviendo que comiendo, y entonces se dispuso a planchar la camisa que le correspondía por el día de la oficina, el jueves la azul o la amarilla?, generalmente usaba la contraria del día, no porque quisiera, sino porque nunca le entregaron la circular de recursos humanos donde indicaban el orden, y desde la misma época en que vio la hernia de Ramiro, la profesora Alicia, le enseño que solo acatara lo que estaba escrito, pues para interpretaciones estaban los filósofos, y él seguramente iba a ser abogado como su papá, cosa que no fue así, pero que le afecto al punto que la instrucción que no veía por escrito la cumplía al revés, como cuando le dieron dinero para comprar un refresco y la botella retornable, al llegar a la bodega, se pidió el refresco y se lo tomó  en la puerta, devolvió el embase, y regreso a casa dichoso de haber hecho su primer mandado, hasta que la mamá le dijo : “Deja el vacio en la caja de las botellas donde lo encontraste”…
07:00 am, la amarilla fue la elegida, le quedaba mejor y daba la sensación de ser más fresca, todo en orden para iniciar el día, el sol ya en su mejor puesto sobre el cielo, y el sonido del transporte público en la calle anunciaba que la gente se había activado, salió del departamento, se dirigió al estacionamiento por el auto, llamo por teléfono a la madre de su hija, y le aviso que en veinte minutos pasaba por la niña, todo normal.
Diez minutos antes de las ocho de la mañana, su hija mayor y Federico se encontraban rumbo a la escuela, nunca antes la autopista a esa hora estuvo tan llena, el carril de ida al centro trancado, pero el de venida vacio, “que cosa tan rara”…pronunció dirigiéndose a su hija,” Viste negra? Que trancón tan fuerte, habrá pasado algo?”. “Jummmm” respondió ella, clavando sus ojos en el retrovisor central del auto, y levantando las cejas y los hombros.
Los atajos de Federico para llegar más rápido a los sitios, siempre lo llevaban más tarde que el camino normal, “nos vamos por arriba negrita, no nos calaremos este trancón” dijo, seguro de sus dotes de buen conductor, cruzo el volante a la derecha y tomo el desvío por el CDI de los mamones, “la avenida uno siempre esta mas vacía” dijo su hija, como haciéndose cómplice de la ingeniosa idea de su padre.
Resulto infructuosa la decisión del desvío, no avanzaron dos cuadras cuando se encontraron con el nuevo trancón por la avenida, que tarde o temprano debía de llevarlos de nuevo a la autopista que servía de camino a la escuela de la niña.
08:20 am, lograron regresar a la autopista, afortunadamente, el aire acondicionado del auto y la música del pendrive los tenía a tono para soportar la demora del tránsito, el cruce por la machiri, para caerle por arriba a barrio obrero, planteaba el escenario perfecto para llegar antes de las nueve a la escuela, “no creo que por arriba tengan el mismo trancón”.- le dijo a su pequeña, mientras ésta lo miraba inmutable con su ojos de niña de siete años que está segura, sería un día de trabajo con papá. Ni el primero ni el último, solo uno más, como siempre cuando tomaba atajos.

El trancón los sorprendió de nuevo por el sector llamado batidos el tigre, justo antes de la panadería España, eso sí era ya insoportable, incluso para Federico, hombre de contextura mediana, asalariado del estado y padre de una niña de siete años, que ya estaba dormida en el asiento trasero del auto como recuperando el sueño que había perdido al despertarse tan temprano para ir a estudiar.

Circulación vehicular lenta de lado y lado, y desde el asiento del piloto del vehículo, no se podía ver qué era lo que causaba el retraso en el avance, “ la PNB debe estar en el semáforo”-pensó Federico, treinta minutos pasaron desde batidos el tigre al semáforo de la España, cuando un estruendo y el vapor de agua salió por las rejillas del capo del auto que venía manejando, producto del recalentamiento causado por el tiempo de espera en la cola.

Él solo, la niña de siete años dormida en el asiento trasero, y el auto recalentado casi a diez metros del cruce del semáforo a la derecha, eran la combinación perfecta con la alarma del reloj, el agua fría, el error de la camisa del trabajo, el frio luego del baño y el atraso no solo de la escuela sino además para la reunión que habían pautado hacia una semana atrás con el jefe de la oficina.

Se bajo inmediatamente para abrir el capó, y verificar el daño, de un auto vecino le regalaron una botella de dos litros cargada de agua, y los conductores de otros dos autos, le ayudaron a empujar hasta la esquina a la derecha de la bomba, para que en bajada pudiera estacionar cerca de las residencias san Cristóbal, y ahí verificar la gravedad del daño.


El ambiente de la calle no era el mismo, cuatro jóvenes sin capuchas, regando basura e instalando una guaya de acero restringían el paso vehicular, uno de ellos tenía una antorcha en su mano derecha, otro vigilaba a los dos que instalaban la guaya. La niña se despertó y pregunto: ¿Qué pasa papi?... de pie entre la puerta del auto y la calle, Federico mirando la escena, contesto: “Se rompió una manguera, negra, duerme que ya nos vamos”.

Luis Fernando Claros Posada
(De la propuesta editorial Memorias de la Violencia Moderna en Venezuela 2014)

martes, 6 de junio de 2017

Asuntos de Mala Clase en Venezuela

Indiscutiblemente el siglo XX será conocido como el siglo de la violencia, el desarrollo de la I y II Guerra mundial junto a los múltiples modos de ejercer violación de derechos por parte de unos pueblos sobre otros en Europa, repercutieron directamente en la forma en que se modelo la idea de la Democracia[1] en América, y por ende; el concepto ambiguo de Capitalismo que llego a estas  tierras, en países como Venezuela, el caudillismo, el populismo y la representatividad de los partidos políticos, estuvieron a la orden de crear las formas de hacer política, en función de consolidar el modelo de república que los actores de turno consideraban idóneo para los intereses de clase dominante y la realidad del momento.

El epistemólogo chileno, Humberto Maturana, se refiere a la realidad como no pre-existente, sino como creación del observador. Es pues, de suma importancia, conceptualizar ésta, no en base a los supuestos del imaginario colectivo, lo que solemos creer es, sino por el contrario bajo el carácter del estudio sistemático de la teoría que conduce a comprender los procesos sociales, lo que ocurre mas allá de la divinización de los actores visibles y siempre sobre la base de las relaciones económicas en pugna al momento de los conflictos presentes. Es importante aclarar, que Venezuela no es el centro del mundo, no actúa ni vive aislada de los intereses internacionales, por lo tanto; no crea la dinámica mundial, pues no es el todo, es una parte del todo; recrea situaciones que ya han ocurrido en otros lugares y en otros tiempos históricos en que otros países se han enfrentado a las potencias mundiales, afectando los intereses económicos de éstas y en consecuencia intentando dar la vuelta a un orden mundial establecido a través de visiones políticas bien definidas, como las que sustenta el Capitalismo.

Actualmente, se han presentado manifestaciones de carácter violento, más allá del daño físico causado a personas y bienes de carácter público y privado; por parte de sectores opuestos a los logros sociales que el Gobierno Bolivariano ha permitido gocen un grueso porcentaje de la población a nivel nacional. Las recientes declaraciones emitidas por parte de una vocera de la oposición económica y política del país, ante el parlatino, deja entrever que desde su posición de clase, se refiere a una realidad totalmente distinta a la que pueden hacer mención las personas que han sido atendidas por los programas sociales impulsados desde las políticas públicas gubernamentales, por ello, la realidad no pre-existe sino que se crea desde la visión que se tenga de sociedad.

Venezuela, no atraviesa por un caso excepcional en que por medio de acciones violentas un grupo social intenta tomar el poder, por el contrario, la violencia ha sido parte de la dinámica relacional humana del país, desde el mismo momento en que adopto el nombre de Venezuela. Las luchas políticas se han dado con mayor o menor grado de violencia en distintos periodos de tiempo, buscando instalar modos de producción acordes a la visión de quienes aspiran el poder en el territorio, así también, para justificar los cambios en lo que se han bosquejado estos procesos, tanto las versiones oficiales como las de oposición a los gobiernos de turno, han invocado nobles virtuosidades del sistema e ideales de los libertadores, pero no en su totalidad, sino en aquellos parajes de la historia que a cada quien convienen. Hoy se escucha en las manifestaciones violentas de calle, clamar por la libertad, sin especificar a qué libertad se refieren, pues cuando su método de lucha instala guayas para degollar ciudadanos, quemar vehículos, cerrar vías públicas y solicitar intervenciones extranjeras aun cuando el mundo conoce el producto de ellas para los pueblos, se debe explicar claramente desde el gobierno afectado, a que libertad se refieren los detractores.

La violencia hoy, se ha agudizado fundamentalmente, porque a 18 años de Revolución las contradicciones de clase también lo han hecho, y porque probablemente, ya se vislumbra un cambio real, en estructura y superestructura del modo de producción, lo que pudiera afectar seriamente los intereses transnacionales de potencias económicas que ven en Venezuela, un país bananero, en este caso productor de petróleo en pleno siglo XXI.  Es menester que el Estado venezolano, desde la visión estratégica de sus actores políticos y de gobierno, enfrente de manera clara y contundente, los objetivos propuestos desde el centro del capital mundial, y el desarrollo de la idea de la toma del poder político por parte de “altos estratos que han perdido razones objetivas de sus estatus privilegiado, el cual ya no está acorde con la infraestructura social y con las nuevas ideas que se extienden paralelamente a los cambios de estructura” (Scheler, 2004:21). La pseudo-burguesia[2] nacional.

La lucha por la consolidación de una República Revolucionaria, no solo puede darse  en el campo internacional, debe también hacerse a la interno del país, pues ambos campos constituyen el mundo de las ideas económicas y políticas, actuando directamente en el pensamiento de los opuestos al nuevo modelo, haciéndoles entender la estructura de la motivación como dinero-mercancía- dinero en lugar de mercancía-dinero –mercancía como lo planteaba Marx, creando enemigos  en ambos escenarios, lo cual puede resultar peligroso para la estabilidad y la paz de la nación. Aquí es oportuno parafrasear  a Jaime Pardo Leal[3], cuando dice que el enemigo no perdona ni olvida,  el enemigo de clase, aun cuando por desconocimiento de ésta, se enfrente a ella.

Hoy se pueden apreciar los múltiples métodos de instrumentalización que utiliza el Capitalismo internacional para consolidar su ideología[4] fuera y dentro de Venezuela, el pronunciamiento de la máxima autoridad del Ministerio Público, culpando a los órganos del Estado por las situaciones de agresión y vulneración de derechos ciudadanos en el marco de manifestaciones de oposición, hace parte de la lucha ideológica que libra la forma de Revolución que adelanta el Gobierno Bolivariano frente a la imposición de la  idea de democracia burguesa, que “no apareció de ningún modo por virtud de los medios democráticos” (Trosky,2009:69) y que hoy defienden los herederos de los socialdemócratas que gobernaron el país entre 1958-1998. No solo accionan en el campo práctico de la violencia armada y urbana causando terror y afectando derechos de los connacionales, sino también, desde las instituciones que se han creado para fortalecer el nuevo modelo económico, político y social que se impulsa desde el año 1999.

Es decir; desde el Estado, se debe hacer frente a la lucha ideológica que tiene como objetivo consolidar mecanismos de dominación por parte de la pseudo-burguesia nacional, haciendo uso de otra institución como la Defensoría del Pueblo, la cual debe apropiarse de “la tarea fundamental de las fuerzas revolucionarias, la cual es construir un discurso contra- ideológico” (Varas, 2015:42) capaz de dar visibilidad a los daños que las acciones de la contrarrevolución están causando en la sociedad venezolana contemporánea. Si el Ministerio Público, encargado de asegurar los procesos de acceso a la justicia en el país, parcializó su visión en función de proteger los intereses de clase, que su máxima autoridad adquirió en Revolución, alejándose del objetivo funcional de la institución, entonces la Defensoría del Pueblo, debe entrar en la contienda garantizando los derechos de los venezolanos que sistemáticamente han venido siendo vulnerados, por los actores políticos de oposición en cada mensaje enviado a través de las redes, en cada vía pública cerrada, en cada inmueble calcinado, en cada representante de los órganos de control herido u asesinado, en cada ciudadano quemado  o degollado, en todos y cada uno de los supuestos jurídicos que se hayan visto vulnerados producto del intento de “ la demolición de las organizaciones obreras[5], en la destrucción de las reformas sociales y el aniquilamiento completo de los derechos democráticos, con objeto de impedir la resurrección de la lucha de clases del proletariado”. (Trosky, 2009:30).

Es necesario, que la ciudadanía vea una Defensoría activa, misionera y comprometida con el estado de bienestar que la Revolución Bolivariana ha venido fomentando en los años en que ha estado al frente del Estado como gobierno. Ante el desclasamiento de actores claves en el Ministerio Público, el Defensor del Pueblo y todos los representantes de la institución, se deben activar intentando evitar que la nación sucumba ante la propuesta de la pseudo-burguesia nacional, que reconoce muy bien que el “imperialismo suele adoptar otros métodos para mantener el dominio, o bien tratar de dividir el frente Revolucionario desde dentro o bien enviar fuerzas armadas para ayudar directamente a los reaccionarios del interior” (Mao Tse Tung, 1969:53). Ante las actuales circunstancias, la coherencia debe acompañar el accionar de la institución, debe permitir tanto a lo interno como ha lo externo del país, visibilizar que significa la violencia en los términos políticos actuales para Venezuela, quienes son los actores violentos, y como la violación sistemática de derechos fundamentales se ha venido dando no solo con las acciones de calle, sino también con la simbología utilizada por la oposición en cada una de sus manifestaciones.

No es tiempo de vacilar, es el momento de acciones concretas que permitan hacer sentir a la población, que la decisión de enrumbarse en el año de 1999, al cambio del orden establecido por la democracia burguesa, no ha sido en vano, y que la Defensa del Pueblo, se encuentra representada en los actores del gobierno que se eligió con más votos que una asamblea legislativa, que una gobernación o una alcaldía en el país, y que esa representación tiene conciencia del rol histórico que cumple ante las actuales circunstancias, en que el mundo de valores del Capitalismo intenta elevarse sobre los valores de la propuesta Revolucionaria,  de una sociedad más justa y equitativa, usando mecanismos violentos y culpando de su accionar a los órganos que deben cumplir el rol de garantizar estabilidad y paz para la República.

Es la Defensoría del Pueblo,  el actor válido para que la institucionalidad haga frente a quienes el Capitalismo extranjero ha hecho creerse más pueblo que el resto, aun siendo minoría.

Luis Fernando Claros Posada
Publicado en https://www.aporrea.org/ddhh/a247225.html

Bibliografía
Scheler, M. 2004. Sobre el resentimiento. Fundación Manuel García-Pelayo. Caracas.
Trosky, L. 2009. Que es el Marxismo / Su moral y la Nuestra. Fundación Federico Engels.       Madrid.
Tse Tung, M. 1969. Las contradicciones. Editorial Grijalbo. México.
Varas, I. 2015. Riesgos de la Ideología. Trichera. Caracas.



[1] Modo incluso de entender que es poder y quienes son pueblo en los procesos políticos nacientes post-independencia.
[2] Se recomienda revisar el concepto de nacimiento de la burguesía, para comprender porque el autor se refiere a pseudo-burguesia nacional en Venezuela.
[3] Abogado y político colombiano perteneciente a la Unión Patriótica (1941-1987).
[4] Entiéndase por esta, en los términos empleados por Marx, como falsa conciencia.
[5] Hoy podríamos llamar de base, comunales y sociales.

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