Resumen
Hacer de lo público un asunto de todos, se hace necesariamente un
ejercicio político en el que el Estado como estructura debe iniciar una
transformación que implique re conceptualizar las dinámicas de gobierno que han
sido heredadas por los modelos que ha soportado. Es decir; un ejercicio de
voluntades individuales y colectivas donde la gestión sea valorada como proceso
cualitativo más que cuantitativo, atendiendo a la construcción de una nueva
identidad de ciudadanía, en que los aspectos instrumentales estén a la espera
de los movimientos sociales que motorizan las revoluciones. La consulta popular
es un mecanismo de suma importancia para orientar el accionar de l voluntad de
gobierno, pero definitivamente el acompañamiento cercano al movimiento popular
es el que impregna de vida y humanismo al nuevo modelo de Estado. Las
estructuras que se creen para dar respuesta a las necesidades específicas en
determinadas áreas si van a ser atendidas por ciudadanos, entonces deben ser
estructuras-estructurantes que promuevan la creación y el fortalecimiento de
las formas en que la ciudadanía puede dar respuesta a sus necesidades. Los
comité ciudadanos de control policial, pueden apuntar a ese rumbo, siempre y
cuando puedan entrelazarse con la nueva concepción de Estado y el constructo de
una nueva forma de hacer ciudadanía.
Formación de Comités de control Policial en
Venezuela
El diseño de políticas públicas en un
proceso social como el que actualmente se desarrolla en Venezuela, ha roto en
su carácter conceptual con el modo tradicional de configurar estándares
políticos y generalizarlos de modo instrumental, aplicando los mismos
parámetros para todos los integrantes de la nación sin considerar las
realidades contextuales de cada espacio territorial. En su modo conceptual los
asuntos públicos se han visibilizado a través de consultas en que la
participación ciudadana ha jugado un papel importante en cuanto a que ha
permitido generar espacios de divulgación sobre las intenciones de construir un
modelo político y social diferente al que se había instaurado en las dinámicas
de gobierno antes de la llegada de la Revolución Bolivariana.
Sin embargo, los procesos de consulta
pública sobre temas determinados, continúan siendo un proceso meramente instrumental
en el modo de construir políticas, pues mas allá de cumplir el objetivo
fundamental de permitir el empoderamiento de los ciudadanos al respecto de las
formas en que pueden solucionar los problemas que los aquejan, terminan siendo
insumos para que el Estado se haga representante de los intereses de la nación
y a partir de ello defina con especialistas y técnicos las posibles soluciones
a los problemas que en términos generales se insertan en indicadores de gestión
que finalmente son cuantificados pero, no cualificados. Es así, como a cada
nueva consulta, se le crea una nueva estructura de gobierno que asuma la
responsabilidad de dar respuesta sobre necesidades que han sido planteadas en
anteriores consultas pero, que no han sido satisfechas en su totalidad. Haciendo
que en lugar de disminuir espacios que han sido refractarios a la participación
ciudadana, terminen fortaleciéndose y haciendo de las políticas públicas un
asunto única y exclusivamente responsabilidad de organismos del Estado, y no de
los ciudadanos que sufren las calamidades diarias de convivencia.
El caso de los comité ciudadanos de
control policial, pudiera verse como una de estas estructuras que no permiten
configurar la correcta implementación de la política pública, por su carácter
no estructurantes, pues al plantear, como se hizo en el ejercicio fiscal 2012,
el proceso de levantamiento de información por parte de los integrantes de los
mismos, en cuanto a el carácter funcional, administrativo y operativo de los
cuerpos policiales en el país, luego de haber transitado por un proceso
formativo en cuanto a la concepción del nuevo modelo policial, y las normativas
que marcan sus lineamientos, no fueron encaminados al fortalecimiento de los comité de seguridad
integral o a la creación de los mismos en cada espacio territorial, como eje
dinamizador de la democracia participativa y protagónica. Y es que cuando se
habla de estructuras – estructurantes, es importante considerar que para
garantizar participación ciudadana y diseños de políticas públicas en que la
visión de los comunitario pueda verse reflejada y genere corresponsabilidad, lo
primero que debe construirse es un modelo de convivencia que procure encontrar
a los ciudadanos y hacerlos participes de las relaciones de su contexto
inmediato a partir de las diferencias que hacen de los problemas individuales
necesidades comunes para resolver. Es decir, inicialmente lo que debe
construirse a partir de la reflexión y el estudio es la comunidad, y es que lo
común a todos, debe necesariamente permitir reconocer el qué, el cómo, el
cuándo y quienes cuentan con las habilidades desarrolladas para abordar
metodológicamente, un campo tan complejo como lo es el de la seguridad
ciudadana.
Ciertamente, los comité ciudadanos de
control policial, muestran una inmensa voluntad política por parte del Gobierno
Revolucionario, en cuanto a la promoción de una nueva cultura en el área de la
seguridad ciudadana y específicamente en torno al funcionamiento de los cuerpos
policiales, pero si estos, no van acompañados de una masa empoderada de los procesos
necesarios para el encuentro entre el Estado y los Ciudadanos, estos últimos
estarán en desventaja y terminaran siendo solo una estructura que no terminan
representando ni los interés de la comunidad a la que representan ni los
interés del Estado que procura mejorar su dinámica a partir las recomendaciones
que puedan ser elaboradas por ellos. A que nos referimos de manera específica
cuando hacemos menciones a esto, a que los comité ciudadanos de control
policial, no pueden verse huérfanos del constructo de lo comunal que los
circunscribe, la calle, el barrio, la parroquia, el municipio, o en otros
términos, el consejo comunal, la comuna y posiblemente el eje de desarrollo
productivo.
El carácter orgánico de la política
pública, en este caso en materia de seguridad, debe apuntar en una misma
dirección, desde la Gran Misión A Toda Vida Venezuela, la Gran Misión Justicia
Socialista, el Consejo General de Policía y todos los demás entes y propuestas
que nutren al Ministerio, y esa dirección pudiera llevar al fortalecimiento de
los Comité de Seguridad Integral de los consejos comunales, como
estructuras-estructurantes que hagan de la participación ciudadana un hecho tan
común y recurrente que le de vida no solo a los comité ciudadanos de control
policial sino también a todas las actividades enmarcadas en las líneas
estratégicas de las Misiones que se impulsan desde el Ministerio, y cuyo
objetivo es fortalecer por un lado el carácter preventivo de la política y por
otro el carácter punitivo o correctivo que se implementa desde las
instituciones formales de control.
El Plan de la Patria marca el rumbo
general hacia donde las políticas públicas deben encuadrarse, y este no es otro
que la construcción de un nuevo modelo de Estado, el Comunal, todo puede pasar
si todo apunta hacia allá, pues desde ahí, la participación ciudadana dejara de
ser una entelequia de la que se habla para validar propuestas técnicas y pasara
a ser, un proceso en que la visión de corresponsabilidad incluso, pueda llegar
a cambiar en cuanto a actores, relegando esta al Estado y dejando la
responsabilidad en la ciudadanía.
Aspectos que pudieran desarrollarse para esto:
Fortalecer el sistema de formación
profesional policial en cuanto a la construcción de servicio para la
ciudadanía, lo cual pasa por el estudio de los ejes transversales y el modelo
pedagógico desarrollado por el cuerpo docente de UNES.
La profunda revisión del modelo de
policía comunal en cuanto a su carácter de implementación, para determinar
aspectos a reimpulsar y aspectos a corregir.
El fortalecimiento de los Comité de
Seguridad Integral de los Consejos Comunales a la luz de las directrices de la
Misión a Toda Vida Venezuela y la Gran Misión Justicia Socialista, para
permitir el empoderamiento y acompañamiento comunal de las acciones que los
comité ciudadanos de control policial pudieran desarrollar en función de la
mejora de las condiciones para el cumplimiento de las labores ejercidas por los
cuerpos de policía, haciendo de este ejercicio, una actividad en que el reconocimiento
del otro, sea un aspecto común a la hora de enfrentar los factores que
promueven inseguridad en cada zona.
Msc. Luis Fernando Claros Posada
0 comentarios:
Publicar un comentario