El día 14 de abril en Venezuela, hemos vivido una de las jornadas
electorales más sorprendentes de nuestra
historia, no solo por el hecho de que es la primera vez en 14 años, que vamos a
la batalla electoral sin la presencia física del Comandante Hugo Chávez, sino también
porque hemos presenciado, el cómo en cuatro
meses el movimiento imperialista del mundo ha puesto a trabajar todo su
componente mediático en detrimento de los grandes beneficios que la Revolución
Bolivariana le ha entrega al pueblo, y de las figuras que bajo la nueva dirección
colectiva van a la vanguardia de esta.
Durante cuatro meses desde el
plano internacional, se fabricaron noticias, posteos, Twiters e incluso discursos pronunciados por representantes
de gobiernos, en los que se promovía un modelo de vida aspiracional en función de
los bienes materiales que no mejoran la calidad de vida sino que la embellecen,
haciéndole creer al mundo, desde el exterior, que en la Patria de Bolívar existía
una crisis financiera y política que requiere de la intervención de los
organismos internacionales.
Mientras tanto, en el plano
interno, los representantes de los intereses transnacionales venían cumpliendo
tareas especificas en el marco de la agudización de las contradicciones en el
seno del pueblo, por eso su estrategia fue abocarse a acaparar insumos de
primera necesidad, leche, harina, azúcar aceite, entre otros, y llamar
desabastecimiento a lo que ellos están consientes que tenemos en el país, pero logra
ser desviado con el dinero extranjero que financia este tipo de campañas
desestabilizadoras. Debemos tener presente también; que el saboteo eléctrico y
la invisibilizacion de avances en materia de seguridad, vivienda, salud, educación
y el plano económico hace parte de este tipo de plan, que como Gobierno
Revolucionario, no hemos podido atender puntualmente, producto de todas las
grandes acciones que se han emprendido desde el año de 1998 en favor de la inmensas
mayorías que se encontraban desprovistas
de beneficios a la llegada de la Revolución, y de las mañanas tristes que han
embargado nuestros corazones desde diciembre del 2012.
Ahora bien, lo anterior es un
resumen a groso modo, de los que hemos vivido los venezolanos durante este último
cuatrimestre, pero no es el fin de la historia, si algo nos lego el Comandante Chávez,
es el prodigioso don de construir nuestro futuro y reconstruir nuestro pasado,
nosotros, los humildes, los desprovistos de todo excepto de nuestras cadenas,
los miserables como diría Víctor Hugo o
en palabras del compañero Francisco Sesto (Farruco) “La deshonra de este mundo
incoherente en el que nos movemos. El desmentido más feroz a la globalización.
La cuenta que no le sale al capitalismo o que, tal vez le sale, pero hace caso
omiso de ella. La otra cara del consumo y el despilfarro, la cara oculta que;
sin embargo, está a la vista de todos para nuestra vergüenza” somos los llamados a consolidar un país que día
a día se hace más importante para el mundo.
La fiesta electoral del día de 14,
nos hace un llamado profundo a reflexionar sobre cómo estamos construyendo la Revolución,
como estamos asumiendo las transformaciones profundas que ha vivido el país, y
sobre todo las transformaciones que ha sufrido la nación a nivel conceptual.
Sin ánimo de polemizar sobre cuántos
mas o cuantos menos son los burgueses en Venezuela, cabe recordar que solo
existen dos clases sociales, y de todos los votos que ha sacado la oposición,
mas del noventa por cierto podemos decir que pertenecen al proletariado, a “la
deshonra de este mundo incoherente en el que nos movemos” en su mayoría asalariados del sistema que
estamos buscando transformar con la Revolución, y que por lo tanto; durante
estos 14 años le ha ido garantizando no solo una mejor calidad de vida en el
plano espiritual al satisfacer sus necesidades básicas, sino también, el acceso
a bienes materiales con los cuales no contaban durante gobiernos anteriores, créditos
en bancos con bajas cuotas, vehículos, casas, educación, incluso viajes al exterior
con divisas preferenciales.
Entonces, es preocupante; que
parte de un pueblo que a diario vive los avances de la refundación de la
Patria, que salieron a votar por un plan que no resulto el ganador, no procure
reflexionar sobre los postulados del mismo, y busquen en el fondo el motivo por
el cual no ganaron, y en cambio, si, se lancen a las calles, como turbas
cegadas de odio, a atacar a sus vecinos, la gente con la que han crecido, con
la que viven el día a día, a los centros de diagnósticos integrales
comunitarios donde se les ha salvado la vida a millones de venezolanos,
incluyendo en muchos casos a familiares suyos, a las casas donde la militancia
Revolucionaria se congrega, e incluso y poniendo en riesgo su vida al alterar
el orden público, en nombre de la democracia, que sus líderes han mancillado en
más de una ocasión, promoviendo desestabilización y golpe de estado.
Si algo deben reconocer quienes
durante la jornada posterior a las elecciones se han lanzado a las calles a
destruir todo lo que se encuentran a su paso, es que la vía, no es el desorden público
ni los actos vandálicos, las vías para efectuar los reclamos cuando estamos
insatisfechos con cualquier resultado electoral, se encuentran consagradas en
las leyes de la República, en las que caben todas nuestras opiniones y objeciones.
Solo es cuestión de leer y ubicarse en
el lugar de la clase que les corresponde, la cual no creo, sea la burguesía.
La Revolución llego para
quedarse, y los resultados de los comicios, así lo demostraron, ahora, si
quieren otro modelo de gobierno, trabajen por él, construyan un proyecto real
para la Patria, donde los intereses generales busquen la unidad dentro de la
diversidad, como lo hace el Gobierno Bolivariano, y no se olviden que ante
todo, somos hermanos, y quienes están ahora desde las esferas nacionales e
internacionales de la derecha alentando al golpe de estado, no serán nunca iguales
a nosotros, porque los mueve el odio por la raza humana, y a nosotros nos inspira
amor el poder construir Patria entre todos.
No pasaran, la Derecha no pasara;
Los humildes somos más y la revolución llego para quedarse!!! Aquí lo que
tenemos es un asunto de clases.
Luis
Fernando Claros Posada
Lcdo. En Educación Mención Desarrollo Cultural
Investigador de Procesos Educativos
simpermiso@gmail.com
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