Permíteme que te llame estimado, pues, he aprendido a hacerlo, desde el
lenguaje en que tu sueles hablar, el de la música. Crecí en un barrio en los
convulsionados años ochenta, no diré que soy tu admirador musical número uno,
pero sí que con tus letras se han abierto muchas versiones de la historia ante
mis ojos.
Me interese por conocer de otros países (El cono sur), al escuchar temas
como desapariciones y ojos de perro azul,
los sonidos de seis del solar y son del solar, me llevaron a pasearme cuando niño de manera imaginaria
por Latinoamérica y me invitaron a hacerlo de manera personal y física cuando
crecí, tu creación hermano, el fruto de
pensamiento y la materialización de tu profundo análisis sobre las realidades
de la época en que me toco crecer, constantemente me llevo a hablar de ti en el
marco de las conversaciones más profundas que he podido sostener con algunas
personas en mi corta vida (treinta años).
Sin conocerte de manera personal, he
podido decir que eres un genio, musical, que condensas en tus letras no solo a
millones de pablos pueblos, ni juanes
pachangas ni paulas c, sino a la historia de una Latinoamérica unida de esperanza y de libertad.
La esquina de tu barrio, se parece a la del mío, el miedo que se transforma en fuga lo he
vivido en los bastantes amigos y conocidos
que el sistema de injusticias sociales (capitalismo) y sus órganos de
control (Aparato ideológico del estado) han decidido que no existan más, y
¿sabes por qué? Porque los barrios de
los ochentas en casi el 90% del continente continúan intactos, porque la época
del neoliberalismo, no paso, se agudizó, se mimetizó entre colores y como lo
dijiste a finales del 90 en el tema hipocresía, ya no hay izquierdas ni
derechas. En eso se convirtieron los políticos de oficio, en eso se
convirtieron los artistas de grandes tallas, en ciudades de plástico
trasformaron nuestras capitales. ¿Quiénes lo hicieron? Los que azotaron a
Panamá en los sesentas, a Chile, Argentina, Paraguay en los setentas, a
Colombia y Venezuela a finales del siglo XX e inicios del XXI.
Ciertamente, leí tu primera carta dirigida a la Venezuela que hoy tenemos
en conflicto, la considere irrelevante, pues preferí quedarme con tu carácter
de músico social, de artista que dejará de contar historias cuando a Nueva York
se le acaben, y eso es difícil. Consideré que en ella, no te ponías del lado de
nadie, que te habías convertido en el tema Hipocresía
del álbum tiempos, y que no era necesario resaltarlo. Pero olvide algo, olvide
que eras Rubén Blades, el genio que con su música ha llegado e impactado en la
conciencia de millones de niños y niñas,
hoy adolescentes y adultos, en estos últimos cincuenta años. Tu música Rubén,
te da respaldo y obliga a ponerte de algún lado, y cuando alguien como tú, opta
por la neutralidad, se está poniendo del lado de la derecha, así no quieras
hablar en términos políticos.
En mi Patria, Venezuela, en lo
que resumo como el montón de tantas
cosas bellas, como el cariño que guardo después de muerta mi abuela, las
paredes de mi barrio y la esperanza que llevo siempre conmigo cuando me alejo
de ella. En esta patria, desde el triunfo de la Revolución con Chávez al
frente y hoy con Maduro, hemos hecho
posible la visibilizacion de muchos Rubén Blades en los barrios, Rubén Blades
deportistas, Rubén Blades músicos, Rubén Blades educadores, Rubén Blades
médicos, por nombrar algunos, que bajo otro modelo político y social, estarían
engrosando la cifra de desaparecidos y muertos en las páginas amarillas de
periódicos nacionales e internacionales, como aun lo hacen en Chile, Panamá,
México, Colombia y el mismo Territorio de los Estado Unidos.
Entiendo que con tu primera carta solo quisiste plasmar algunas visiones
que tenías al respecto del acontecer Venezolano, y como lo resaltas en tu
segunda carta (Respuesta al Compañero Maduro) tienes muchos amigos venezolanos
que opinan algunas cosas al respecto. Haces mención a un texto especifico del
Compañero Lenin y resaltas que escoges muy bien tus lecturas, pero no dices que
los amigos a quien nombras, no viven en los barrios, ni viven en los cerros, y
no se les generaron condiciones objetivas y subjetivas para sobresalir en la
sociedad, sino que por el contrario tuvieron la oportunidad, que los que nos
creemos socialistas gracias a letras como las tuyas y a las de Lenin, hemos
entendido que no son otra cosa que lo que podían generar económicamente o lo
que ya poseían y podían acrecentar para quienes manejaban la sociedad.
Estimado Rubén, no son los estudiantes quienes están cerrando e incendiando
las calles, como tampoco fueron los transportistas quienes le hicieron paro al
Compañero Allende (los documentos desclasificados lo demostraron). Decir aquí,
que son los estudiantes es decir que Patria y Libertad en Chile era inocente de
todo, aquí mi estimado Rubén, es la C.I.A, de la cual obviamente tú no eres
parte, porque dejaría mucho que decir de ti si lo fueras, y entonces tu música
habría sido solo un pasaporte para olvidarte del sitio del cual vienes. Aquí mi
estimado Rubén, el conflicto sucede porque los dólares norteamericanos creen
que pueden comprar todo, y un país que
no se vende nadie lo podrá comprar.
Revisa las tácticas mediáticas que utilizan, y no hables tanto con tus
amigos que ganan en dólares y hacen compras en Miami, googlea Venezuela y por
cada noticia buena sobre nuestra Revolución, cuenta cuantas encontraras en
contra. Aun puedes creer aquí no hay libertad de expresión cuando la oposición
incendia las calles, asesinan gente pro gobierno en los barrios, le mientan la
madre al presidente en cadenas nacionales e internacionales, dan golpe de
estado en el año 2002 y hoy son gobernadores y alcaldes. Mi estimado Rubén,
siéntate a la mesa de Ignacio Ramonet y pregúntale que considera sobre la
libertad de expresión en Venezuela y nuestra Democracia.
En tu segunda carta haces referencia a que se consulte al pueblo, nuestra
carta magna lo contempla y se llama Mecanismo de Referendo, eso pasa a la mitad
del Gobierno y es un derecho que se puede ejercer, ¿por qué crees que no se
esperan si acaso es nuestra población la que está haciendo desmanes?.
Has hecho muy buena música y eso te hace referente de un mundo, en que la
sociedad se desintegra, en que la mentira puede más que la verdad, y muchos se
hacen indiferentes apenas son suplidas sus necesidades particulares. Rubén es
mejor pasar a la historia como el genio que denuncio a los golpistas, a los fascistas
en su música y no como el neutral
inocente en que hoy te conviertes.
Entre Hipocresía y Maestra vida, Opto por tu gran obra, específicamente por la
felicidad del nacimiento de Ramiro,
Nacieron mis niñas en Revolución Bolivariana quien lo creyera.
Luis
Fernando Claros Posada
Edo.
Táchira. Venezuela.
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