Una Revolución Internacionalista (Primera parte)

La revolución se debe hacer de una manera consciente, de manera disciplinada; de otro modo la revolución corre el riesgo de no cumplir con su objetivo. De no llegar efectivamente a empoderar las multitudes; que para este caso han dejado de ser masas que siguen y se han convertido en multitudes conscientes.

El pasado 21 de junio en el auditorio Manuel Felipe Rugeles del Liceo “Simón Bolívar” de nuestra ciudad; contamos con la presencia del compañero José Carlos Carcione, compañero de nacionalidad Argentina, integrante del Centro Internacional Miranda, que fue traído por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, y nos brindo el foro: EXPERIENCIAS SOCIALISTAS, en el marco de “Cultura Corazón Adentro Misión Socialista” que actualmente implementa la Misión Cultura en el país.

La exposición hecha por el compañero Carcione, nos brinda la oportunidad de conocer la visión que tienen nuestros hermanos de la Revolución Bolivariana, allá al final de nuestro continente.
En el foro tuvimos la oportunidad de analizar la visión internacionalista de la revolución soviética, y hacer un paralelo sobre la importancia de aquel proceso y del nuestro para el mundo y la realidad histórica concreta.

Una vez más observamos que el internacionalismo se le nombra a nuestro pueblo, un pueblo solo no puede hacer revolución, la revolución es asunto de todos los pueblos, la agudización de las contradicciones en el seno del modelo capitalista están presentándose como un efecto domino en todos los países del mundo, por eso tenemos que romper las fronteras, brindar nuestras manos para ayudar a que nuestros hermanos salgan del hoyo donde han estado sumidos.

Es primordial para esta tarea, que nuestros militantes tengan conciencia de sus actos, conciencia política, disciplina revolucionaria, nuestro papel como pueblo en este nuevo siglo es el papel más importante que seguramente se dará en estos próximos cien años, no podemos darnos licencia para descansar o para permitir que en nuestras filas se cuelen flojos, blandos como se diría durante la revolución bolchevique.

Esto es y debe ser siempre UNA REVOLUCION DE LA CONCIENCIA, UNA REVOLUCIÓN INTERNACIONALISTA.

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Venceremos!