Vistas de página en total

jueves, 28 de febrero de 2019

Virgen del Carmen

Virgen del Carmen

Buena noche mi amor, en que le podemos servir- fue la frase con que María Dolores, la mesera del bar, recibió en la entrada al forastero. La mirada fría del hombre se clavo sobre sus senos, el escote dejaba ver la unión de sus duros y blancos pechos, aprisionados por la blusa negra que le vestía el torso, fueron segundos los que pasaron y levanto la mirada, sus ojos negros se clavaron en el verde cristalino de los ojos de Dolores, y una sonrisa serena pareció inundar de brisa helada todo el ambiente del lugar, ella no supo qué hacer, se quedo quieta sin entenderlo, se aparto de la puerta, y observo como el hombre entro al local mirando a todos los clientes, como si buscara en ellos a alguien especifico. Por unos segundos, él estuvo parado al lado de la primera mesa mirando a la barra, y nuevamente dolores pregunto:

¿En qué le puedo servir mi amor?
- Tranquila doña, no vengo a eso, estoy buscando a un paisano, lo que pasa es que con lo oscuro no lo recuerdo muy bien, pero tranquila, apenas lo vea, con él me siento.

Ni una sola palabra más se pronuncio, no hizo contacto visual con Dolores, su acento no era de ahí, ese rostro no era de ese pueblo, que paisano estaba buscando, se pregunto ella, y de repente escucho entre sus pensamientos “…Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección”[1] como presagio de algo malo, vino a su cabeza la oración que le habían enseñado sus abuelos, supo de inmediato que el forastero no estaba ahí para nada bueno.

Luis Fernando Claros Posada
[1] Oración a la virgen del Carmen santa asociada a los partidarios del Partido Conservador


0 comentarios:

Educación 0.0. Currículo en contexto.

Educación 0.0. Currículo en contexto. En el actual momento por el que atraviesa el mundo es importante reconocer las habilidades té...